Escudo de Neuquén
En el blasón de nuestra provincia, los laureles, el sol y los colores celeste y blanco son elementos que remiten al escudo nacional.
No obstante, la identidad neuquina se ve representada por el volcán Lanín –con un pico nevado en gran parte de su cumbre– y el pehuén o araucaria, árbol típico de la región.
También se distinguen dos manos en actitud de ofrenda, sosteniendo entre sus dedos un arco de 16 estrellas doradas, en representación de cada uno de los departamentos que componen la provincia.
Entre las palmas extendidas se desliza un río caudaloso, típico de montaña, que sintetiza el significado de impetuoso y fuerte del vocablo araucano “Neuquén” y de la adopción del nombre de nuestro territorio.
El escudo fue creado por Mario Aldo Mástice, ganador del concurso realizado en 1958 por la Intervención Federal, y fue institucionalizado por medio de la Ley provincial N° 16 del mismo año.
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